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Las protestas en Perú exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte han paralizado al país en los últimos días. Dichas protestas han dejado alrededor de cincuenta personas fallecidas, así como consecuencias económicas debido a los bloqueos en carreteras, cierre de aeropuertos e industrias detenidas.
Sin embargo, uno de los sectores más afectados ha sido el turístico. Autoridades de Comercio Exterior y Turismo dicen que entre 50% y 60% de las reservas que había para viajes al país han sido canceladas. Esto afectó gravemente al sector turístico el pasado 21 de enero, día en el que se llevó a cabo la evacuación de 418 visitantes nacionales y extranjeros que habían quedado varados cerca de Machu Picchu debido a las protestas. Dichos turistas tuvieron que ser evacuados por los equipos de rescate del país.
Ese mismo día, el Ministerio de Cultura del Perú había cerrado indefinidamente la Red de Caminos Inca y la Llaqta o Ciudad Inca de Machu Picchu, esto después de que el servicio ferroviario entre Cusco y Machu Picchu (único medio de transporte entre los dos puntos) anunciara la suspensión de sus servicios debido a los bloqueos intermitentes y daños a las vías.
En el mismo comunicado en el que se anunció el cierre indefinido de Machu Picchu, el Ministerio de Cultura del Perú informó que se brindarían todas las facilidades para reagendar o reembolsar los boletos a todos los turistas nacionales y extranjeros que tenían planeado viajar al país sudamericano. De igual forma, se dijo que la decisión se había tomado con el fin de “salvaguardar la seguridad de los turistas y la población en general”.
