Emprender en un entorno global.
Ligera, dinámica y elegante, así es la inconfundible mariposa que diseñó hace algunos años Tanya Moss, fundadora de la marca que lleva su nombre. Dicha mariposa, es ahora símbolo de constancia, distinción y creatividad. Tanya aseguró a Mejores Empleos que el principal reto de los fabricantes de productos de lujo es cimentar su credibilidad en los consumidores.
Alérgica al NO
A pesar del complicado entorno global, el mercado de lujo en nuestro país crece y hay muchas empresas que vemos oportunidad en este hecho pero también asumimos el reto que eso representa pues ganar credibilidad entre los consumidores no es fácil. Muchas empresas van y vienen afectando gravemente al mercado nacional al dar impresión de inestabilidad. Para lograr que la gente confíe en tu marca, debe existir constancia y disciplina pero también una propuesta de calidad.
Emprender implica pasión y terquedad. Pocos saben que en mi camino de más de 20 años dedicados a la joyería hubo una época en la que vendí mis productos de puerta en puerta, ahí aprendí a nunca aceptar un no, a ser buena vendedora al entender y transmitir las bondades de mi producto y a atender a tiempo las necesidades de mis clientes.
Según la agencia consultora de mercados Euromonitor, la joyería es el segundo producto de lujo más consumido en México; logrando generar 14 mil millones de dólares el año pasado.
TANYA MOSS TRAS BAMBALINAS
Soy una mujer que en la práctica ha descubierto lo importante que es rodearse de la gente que impulsa tus ideas. Mi matrimonio y negocio han salido adelante porque mi esposo, Eduardo Stolkin quien es también director general de la empresa y yo tenemos un proyecto de vida en común y nos respetamos mutuamente; además, procuro darme tiempo para mí misma pero también para estar con mi esposo y mis hijos. Soy partidaria de que la calidad es mejor que la cantidad. Hacer las cosas con pasión y acompañada de mi familia ha sido mi mayor fortaleza.
Tip de Tanya Moss:
He tenido la fortuna de conocer empresarios de todo el mundo y he notado que su éxito se debe a la capacidad de tomar decisiones sin involucrar las emociones, cosa que sí se hace en México y que nos afecta mucho. Tenemos que ser estratégicos para lograr pasar del “ya casi” al “sí se pudo”. Personalmente, me ha costado mucho educar a mi fuerza de trabajo para que comience a pensar de manera proactiva y genere resultados.